Por Héctor Corti
Apenas entraron al aula, Yésica la encaró a Marina y con tono imperativo le dijo: ─Con la Momia te toca a vos.
Marina miró a su compañera con fastidio y le preguntó: ─¿Y por qué justo yo me la tengo que bancar?
─Porque yo ya hice mi parte con la Jirafa.
─Y mucha suerte no tuvimos. Casi nos amonestan a todes y encima la semana que viene nos van a tomar prueba de Matemáticas. Muy exitoso lo tuyo.
─Justo por eso. Como vos sos la que te la das de versera y convincente, a lo mejor nos enseñás cómo se hace.