16 de septiembre de 2020

UN 16


Por Liliana Leiva


(A la generación de la Noche de los Lápices)


Camino de duraznos amarillos

y el orgullo, misterioso latido,

traspasado por las risas

en un día de futura primavera.


A veces pienso que fue un viaje,

de soles y utopías, cercado de

amistad y adolescencia

y enseguida llueve abrazo

entre pasos y jardines.


Luego, siento que florece el olor

a un boleto desgastado

casi ámbar,

en tus manos,

en un cálido rincón

de tardes somnolientas,

en las que un beso anduvo vuelteando los amores.

Y la lluvia y los truenos,

y ojos tristes.


Pero un día el destino, singular y maléfico artificio,

nos rozó: rojo y negro.


En las madres sonó el grito

y a la vez verde aliento los detuvo

un instante,

siempre ajeno,

siempre nuestro.


Veo manos que se alargan

en pedazos, entre muecas sin sentido

y enseguida lluevan lágrimas,

amistad, abrazo y beso.

Imagino que en el aire hay sonidos

que envolvieron el dolor

y a la vez lo empujan,

en el tiempo.


Imagino 13 años,

imagino que los ojos de les otres

son los míos,

imagino una mueca

que me alienta.


Imagino nuevos ojos,

imagino 15 años,

carcajadas y respuestas.

Imagino que mis pies son las huellas esperadas.

Y otra vez

tu sonrisa.

Imagino.

Imagino 16.

Imagen: César López Claro. Pintor argentino (1912-2005)