18 de junio de 2020

OBSERVACIÓN INCAUTA DE UN HOMBRE ESCRIBIENDO


Por Lucas Vera

En la fotografía hay un hombre escribiendo. Se inclina. Parece que le cuesta escribir, porque cuando digo que se inclina me refiero a que lo hace como si su propia letra le fuera extraña o la tarea de la lapicera sobre la hoja lo superara físicamente.
Escribe en un cuaderno. Ahí es donde escribe. El cuaderno está vacío. Blanco. No tiene renglones. Pero yo vi letras. Estoy seguro de que las vi. ¿Cómo? Puede ser. Las habré imaginado. Tal vez me dejé sugestionar como decís. Qué más hay... Una mesa… Yo tenía una parecida. Un mantel así. Floreado, púrpura, turquesa, toda esa gama de tonos semejantes e incómodos al ojo. También veo una botella cerca del cuaderno. Una botella de fernet medio vacía. Medio vaciada. Medio bebida. Medio gastada. Un plato de polenta a medio comer. Es una fotografía del desorden, esta que me diste. Al mismo hombre que escribe lo noto sucio, con la camisa alborotada por el pantalón y sudor en las axilas, y el cuello… ¿la pierna? ¿Por qué de repente la pierna? ¿Qué te interesa de su pierna? La levanta. No, no la levanta ralemante. Apenas. Es un poco esa cosa que hago con el talón cuando estoy nervioso. Está borrosa la pierna. Debe ser lo que te digo. El tipo está escribiendo y agita la pierna manteniendo la punta del pie en el piso, el talón en el aire pero al ras. ¿Estará nervioso por lo que escribe? No sé qué está escribiendo. Ya me lo habías preguntado creo. ¿No? Igual no sé qué escribe. El cuaderno sigue vacío. Sin renglones. Él sigue sucio. Inclinado. Pesado. Y en el cuello… A eso iba cuando me cambiaste de punto. El cuello. Vi una mancha allí. Un antojo. Pero noto una línea ahora, una franja delgada y profunda. Es como si alguien hubiera impreso un color en su piel. Un color para morderle la piel. Lo he visto. Al color. Ese es el color de los parásitos. De los gusanos que anidan en los estómagos de un perro. ¿Es un gusano? ¿Vos creés que es un gusano? Pero los gusanos pertenecen adentro. ¿Qué haríamos con ellos afuera? Y además este es larguísimo. Enrosca. Presiona. ¿Quién tomó esta foto? ¿Vos sabés? ¿Quién fue capaz de estarse quieto para tomar esta foto y no hacer nada respecto al gusano? Porque sigo observándola y no parece que alguien lo esté avisando al hombre que escribe, ese pobre hombre desprevenido escribiendo. No lo sabe. ¡Claro que importa! ¿No querrías vos que…? ¿Por qué me mirás así? ¿Qué? ¿Qué tengo?