Por Romina Taccone
Te soñé oscuro,
tembloroso,
gigante en una cajita de ratón.
Las extremidades al filo del bloque.
Te soñé mohoso,
repugnante,
con la carne dolida.
Te soñé denso.
Te soñé,
abrumado por los rayos lumínicos
que te invitan a quedarte.
Te soñé.
Te soñé recluido,
acurrucado bajo tu sombra.
Te soñé.
Te soñé borroso.
Te soñé.
Te soñé nocturno.
Te soñé alado.
Te soñé.
Te soñé rojo.
Te soñé.