12 de abril de 2021

LA MEMORIA, UNA OBLIGACIÓN

 

Por Liliana Leiva

En el ámbito de la lectura y la escritura muchas veces hablamos de la memoria voluntaria e involuntaria. La voluntaria provocada por el deseo o por la incitación al recuerdo. Hay un esfuerzo deliberado en ello. La involuntaria, en cambio, ocurre porque algunas señales de la vida cotidiana, individual o social, nos traen al presente esos recuerdos que ya están grabados en nuestra memoria. Una magdalena mojada en té, es un bello ejemplo, que Marcel Proust nos regala en su texto En busca del tiempo perdido. Pero ya sea que haya voluntad o no, existe la posibilidad real de mantener encendida y activa la memoria. Sólo hay que ejercitarlo. Pero, ¿cuándo y para qué? Bueno, siempre y para no olvidar aquello que nos configura como seres individuales y sociales.

Desde los lenguajes artísticos creamos muchas veces, tal vez siempre, a partir de una o de otra, o de la combinación de ambas, sabiéndolo o no. Y el resultado no es sólo la aparición de los recuerdos, de las ideas, es además la construcción ética y estética de los mismos. Porque hay algo para decir, para conmover para transformar a partir de lo vivido. El arte en general, tiene esa función. Nos muestra aquello que tal vez nuestra memoria esté olvidando. Y se dispara lo voluntario y lo involuntario, se dispara la emoción y la conmoción, se disparan las preguntas a partir de lo recordado. La memoria no tiene un tiempo, es eterna. Es siempre. No tiene un día, ni un mes, ni un año determinado. Las fechas son la provocación, son la incitación. Pero la memoria real, activa es infinita, es siempre.

Sin embargo, tener memoria de los sucesos individuales y colectivos que constituyeron los episodios de la historia política y social de nuestro país (y por qué no del mundo entero) no es un mero reconocimiento y combinación de los tipos de memorias, es una obligación. Por eso desde los talleres de lectura y escritura de CTARTE, les invitamos a recorrer ese camino que empezará con la voluntad de la lectura y continuará, esperamos, en el flujo involuntario para no olvidar.

(*) El texto forma parte de la producción sobre el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia realizada por los integrantes de los Talleres de Escritura y Lectura Lucina Resiste que se desarrollan en CTArte.