13 de marzo de 2020

BOSQUE


Por María Yacobe

Tan mío y tan ajeno
lejano
artificial
transplantado
plantado
inventado y real.
Hay un perfume nuevo y húmedo
manantial de resina.
Meciéndose los pinos de mar
a veces inmóviles
como yo
a veces agitándose
como yo
golpeándose entre sí
sacudiéndose
desperezándose
despertándose
como yo.
Gigantes infinitos
por donde se asoma la noche.
Corteza crujiente
que no se vuelve astilla.
Corteza alimento del suelo que me sostiene
y de las nomeolvides
que se multiplican con descaro
sin control
como yo
como yo